GASCAS 2013

GASCAS AGOSTO 2013
UN AÑO MAS SEGUIMOS CUMPLIENDO NUESTRA PROMESA… Y SEGUIREMOS.
Buenos días y bienvenidos a todos:
Me alegra el veros un año más, porque no creo que sea menester deciros que el estar aquí entre familiares, paisanos y amigos, hace que para mí este día sea uno de los más felices que vivo cada año.
En primer lugar, como cada año, me voy a repetir dando las gracias a Pilar y a toda su Corporación en el Ayuntamiento de la Olmedilla por lo mucho y bien que hacen convirtiendo en festivo este día de hermandad y compañerismo para todos los gasqueños. También me voy a repetir dando gracias al señor Cura, porque como ya he dicho otras veces, con su presencia da seriedad y categoría a este acto.
Quiero deciros, que porque los nacidos en Gascas, ya todos somos de avanzada edad y porque es ley de vida, hace veinte días que nos dejó para siempre una buena mujer gasqueña, que los que sois de la Olmedilla muchos la recordareis, porque aquí vivió unos cuantos años de su juventud; se llamaba Fermina y era hija mayor de Gregoria y Fernando “Piqueque”. Hace un par de meses me llamó por teléfono y me dijo que este año haría un esfuerzo por estar este día con nosotros por eso y en su recuerdo os pido un sentido aplauso.
Quiero contaros; que el año pasado en el mes de octubre quise venir a la Olmedilla a pasar un día con la familia y antes de entrar en el pueblo no puede resistir la tentación de acercarme a visitar Gascas, donde me encontré con algo que me llegó a emocionar y es que aquí, al pie de este monolito, había bien colocado un ramo de flores; yo no sé a quién estaba ofrecido, pero sin duda, se trataba de una persona que dentro de sí guardaba aquel sentimiento de hermandad, familiaridad y cariño a Gascas y sus gentes.
Os he dicho que esto me llegó a emocionar; pero después pensando, quise creer que quizás se diese el caso de que aquí en alguna parte estuviesen las cenizas de esta persona, y esto me hizo sentir cierta satisfacción, al pensar que el día que a mí me llegue mi hora y las mías vengan aquí no estaré solo, sino que estaré en buena compañía. Pero bueno, hoy estamos aquí para pasar un día de hermandad y buen rollo, así que vamos a pasarlo lo mejor posible, un abrazo para todos y hasta el año que viene.

En Gascas a 3 de agosto de 2013
J. Julio Gascón Herreros.

Julio Navarrete Almeida

GASCAS 2012. UNAS PALABRAS DE JULIO GASCÓN HERREROS

Buenos días y bienvenidos:
En primer lugar quiero agradecer a Pilar y a toda su Corporación en el Ayuntamiento de La Olmedilla, el mantener festivo este día de homenaje a Gascas y a la memoria de sus gentes. Doy las gracias al Señor Párroco porque con su presencia da seriedad y categoría a este acto.
Quiero haceros saber que en Valencia, el día siete de diciembre del año pasado, nos dejó para siempre una buena mujer gasqueña, que nació en Gascas y creció y vivió su juventud en Peña_Quebá, porque era hija de la tia Paz y Melitón(el molinero de la aldea), todos la queríamos porque era una buena mujer y porque además era mi madrina, vaya el mas sentido recuerdo para Amparo Ruiz Gascón.
Desde que la Diputación de Cuenca nos publicó el libro y sobre todo, desde que hace cuatro años os hablé por primera vez en la Iglesia de la Olmedilla, por todos los medios, he conocido a mas gasqueños de los que nunca hubiese podido imaginar; por carta, por teléfono y otros que han querido venir a casa a saludarme personalmente. Como han sido muchos, de ellos he escuchado de todo, siempre con el máximo respeto y cariño. El año pasado después de estar aquí, un lunes en el mercadillo de Motilla, me saludó una mujer gasqueña, que entre otras cosas me dijo, que yo era un puñetero, que cada vez que cogía el microfono, era para hacer llorar a los gasqueños. Yo quiero deciros que nada mas lejos de mi intención, porque yo soy persona que prefiero llorar yo a ver que los demás lo hacen.
Algunas personas me han dicho que con lo que ellos recuerdan y saben de Gascas, si en su día yo les hubiera pedido ayuda, el libro sería mas grande. Yo a estas personas quiero decirles, que todos los gasqueños, les quedaríamos muy agradecidos si cualquiera de ellos, se acercarse a este micro y les digo que lo hagan con toda la libertad y que piensen que por pequeña que les parezca la historia o por intrascendente que consideren la anécdota que nos van a contar, si quien escucha lo hace con cariño y todo el respeto(como es el caso) las cosas que decimos crecen en importancia, y por eso yo, les animo a que se acerquen aquí con toda confianza, y por eso, desde este momento y para los años sucesivos les cedo este micro, asi que….
Por mi parte, nada mas; un abrazo a todos y muchas gracias.

J. Julio Gascón Herreros
En Gascas a 4 de agosto de 2012.                                                                                                                                           

 

Julio Navarrete Almeida.

LO PROMETIDO ES DEUDA… GASCAS 6 DE AGOSTO DE 2011

Unas palabras de D. Julio Gascón Herreros.

Gasqueños y Gasqueñas, familia y amigos todos: os agradezco el que esté  aquí esta mañana, aquí en nuestro pueblo.

Doy las gracias a Pilar y a toda su Corporación en el Ayuntamiento de la Olmedilla por su colaboración y ayuda, así como a todas las personas que de una u otra manera se molestan por hacer que este día sea lo mas grato posible para todos.

En primer lugar quiero deciros que a pesar de su grave enfermedad vino de Barcelona y estuvo con nosotros una buena mujer Gasqueña y la última vez que hablé con ella, me decía de las ganas que tenía que llegara esta fecha para poder saludarnos a todos de nuevo, pero hoy no está, porque el pasado día veinte de junio se marchó para siempre de este mundo de los vivos; vaya nuestro mas sentido recuerdo para nuestra Pilar Gascón Ayuso.

Es la tercera vez que os hablo, y quiero ser breve para que no me digáis pesado, porque a mi me ocurre que desde que era un chiquillo, siempre me gustaba escuchar hablar de Gascas y Gasqueños, nunca me cansaba de escuchar historias, todo me interesaba, desde sus trabajos, a sus fiestas, desde sus partidas a la bola, como al frontón, hasta sus riñas por el turno del agua(que también las había); quizás ahora que soy viejo me haga pesado contándolas, pero hoy no va a ser así.

Entré un día en un restaurante de un pueblo de Valencia, donde por casualidad conocí a un hombre de Gascas, hablamos mucho porque se sentó conmigo a la mesa y mientras yo comía, aquel hombre que quizás fuese veinte años mayor que yo, no paró de contarme cosas de Gascas y sus gentes; de todas las historias que me contó, se me quedó gravada en la memoria una que era suya propia. Me contó que el día que regresó al pueblo licenciado del servicio militar, se encontró que el agua del pantano llegaba al escalón de la puerta de su casa, pocos días después, ayudó a su familia a trasladar los muebles a un porche que alguien les había prestado en la Olmedilla, sin pensárselo dos veces aquella misma tarde, salió a la carretera y empezó a caminar pensando el llegar a algún sitio donde poder empezar una nueva vida; cuando empezaba a anochecer, por miedo a tropezarse con los Maquis o la Guardia Civil, buscó el abrigo de una mata maraña, donde acurrucarse y pasar la  noche, me dijo que no había podido conciliar el sueño, me dijo que habia pasado la noche entera llorando. Al día siguiente siguió caminando hasta llegar a Motilla, de donde un camión cargado de madera le llevó hasta Valencia; me dijo, que desde que era adulto sólo había llorado dos veces, aquella noche y el día que muchos años después, regresó a ver lo que había quedado de Gascas.

Hace un par de meses, recibí carta de una buena mujer Gasqueña, que entre otras cosas me decía que esperaba con impaciencia el que llegase este día para venir a celebrar nuestra fiesta, yo no se si realmente estamos aquí celebrando una fiesta, pero pienso que si fuese cierto, aquello de que cuando las personas que morimos, nuestras almas siguen vivas en alguna parte, nuestros padres y abuelos si que es posible que la estén celebrando al ver que estamos aquí, porque conservamos aquel espíritu de hermandad, familiaridad y cariño que ellos nos transmitieron y que al reunirnos, estamos rindiéndoles pleitesía y honrrando su memoria; por eso, si están en alguna parte, estarán contentos y es posible que celebren una fiesta como sólo ellos sabían hacerlos.

De cualquier manera con fiesta o sin ella, y por mucho que quiera subir el nivel del agua, quiero deciros que me podréis encontrar aquí cada año, con el firme convencimiento de que llegará un año, en el que el nivel de este Pantano será tan bajo, que podremos todos juntos pasear por aquellas calles que tantas veces pisaron aquellos que tuvieron que salir por los caminos llorando en busca de un sitio dónde empezar una nueva vida.

No quiero cansaros mas; con ese convencimiento me despido hasta el año que viene, un abrazo a todos y muchas gracias.

En Gascas, a 6 de agosto de 2011.

D. J. Julio Gascón Herreros.

 

Julio Navarrete Almeida.

HOMENAJE A GASCAS, 7 DE AGOSTO DE 2010

 

Discurso de D. Julio Gascón Herreros

             Familia, Gasqueños todos:

            Algunos de vosotros recordaréis, que el año pasado en la Iglesia de la Olmedilla, me despedía con la esperanza y el deseo de que algún día, pudiéramos festejar la inauguración del nuevo Gascas, por que a partir de este día, este monumento es Gascas.

            Sean mis primeras palabras de agradecimiento al Ayuntamiento de la Olmedilla, a la Junta de Comunidades y a todas las personas que de una u otra manera han contribuido a hacer realidad mi sueño y el de tantos otros Gasqueños.

            Dicen, que el tiempo lo pone todo en su sitio; pues han tenido que pasar mas de sesenta años, para que Juan Ávila Francés haya tenido la potestad y la buena voluntad, de hacer que la Diputación de Cuenca nos hiciera este regalo a los Gasqueños; regalo que debieron y no quisieron hacernos aquellos que allá por los años cuarenta, vinieron con sus propias leyes y la fuerza del agua a usurpar el pueblo de Gascas. Si: les llamo usurpadores, por que sé, que es el calificativo que corroboráis todos los Gasqueños sin excepción alguna.

            Creo no equivocarme al pensar que la mayoría de vosotros al acercaros a este lugar y ver por primera vez este monumento, habéis tenido un recuerdo para aquellos que nunca lo podrán ver.

            Yo por mi parte, quiero deciros que estos últimos días según se aproximaba la fecha del día de hoy, sin yo proponérmelo, he tenido la mente totalmente ocupada, por Gascas y Gasqueños: por eso, me ha sido fácil recordar e imaginar, mucho de lo acontecido y vivido por las buenas gentes de Gascas en aquellos años cuarenta.

            Me ha sido muy fácil recordar, a un hombre bueno a la puerta de su casa, enganchando su mula al carro, cargado de muebles. Me ha sido fácil imaginar, saliendo del pueblo a aquel hombre tan grandullón como buena persona, haciendo grandes esfuerzos para poder tragarse sus propias lágrimas. Me ha sido fácil recordar aquel carro por el camino, atravesando los pinares de Barchín y Nabodres, por que detrás de aquel carro iban andando una mujer rodeada de sus cuatro hijos; era un viaje sin retorno, era un viaje lleno de amargura e incertidumbre por que iban a vivir a un pueblo que no habían visto nunca, iban a convivir con gentes a las que no conocían.

            Casi treinta años después, dado que el nivel de las aguas del pantano era muy bajo, aquella buena mujer quiso acompañarme a visitar Gascas. Cuando bajamos por el camino, pude ver sus primeras lágrimas a la altura del cementerio; pude entrar y parar el coche en la plaza del pueblo y al instante pude escucharle entre sollozos y lágrimas decir… “esta es la casa de la Tía Josefa y esta mi casa, esta es nuestra casa, esta es mi casa”. Me pidió que nos acercásemos aquí a los hontanares, donde se repetía la escena, mira… “esta es la huerta de la Martina, esta es la de mi Tío Vicente y esta es mi huerta, esta es nuestra huerta” y yo le dije madre “déjelo ya, por que aquí ya no tenemos nada, de aquí ya nada es nuestro” me contestó rápida y con cierta templanza diciendo… “mientras yo viva, este será mi pueblo, mi casa y mi huerta, por que yo no lo vendí, a mí me ofrecieron las cuatro perras que no tuve mas remedio que coger, me hicieron firmar lo que a ellos les dio la gana y el agua me expulsó de mi casa y mi pueblo” (eso se llama usurpación).

            Ninguno de vosotros me ha leído ni a mí ni nadie me ha escuchado decir, una sola palabra en contra de la construcción de esa presa, por que sé, que este enorme pantano es una enorme riqueza de la cual se beneficia buena parte de este país, por que sé que el poder tener controlados mas de mil hectolitros cúbicos de esa riqueza y durante toda la vida, vale millones de veces mas que lo que valía Gascas y su huerta, pero por eso, si me habéis leído y oído decir que Gascas, pudo y debió tener un trato mas justo, al menos debió tenerlo, semejante al que después tuvieron otros en las mismas circunstancias y que yo he conocido, como son, Benajeber, Tous, y Arenoso, pero a Gascas por ser el primero, le tocó bailar con la fea.

            Mirad esto: es original, quizás no sea yo el único que la conserve; es la carta que en Almodóvar del Pinar, recibió mi abuelo Gregorio en el año cincuenta y cuatro. Leyéndola despacio, a mi esta carta me dice, que alguien debió sentir vergüenza al comprobar, que cinco años después de que la fuerza del agua sacara a los Gasqueños de sus casas, muchos de ellos estaban viviendo en chabolas y quizás esa vergüenza, les llevó a firmar un Decreto-Ley el cual dice que a los Gasqueños ha de hacer efectiva una indemnización extraordinaria. Dicho Decreto, fue firmado el veintiséis de octubre del cincuenta y uno.

             Tuvieron que transcurrir mas de tres años para que a alguien le remordiera la conciencia y por fin decidieran hacer efectiva dicha indemnización, por eso, el día once de diciembre del cincuenta y cuatro, mandaron a todos los Gasqueños una carta como esta, en la cual se les dice que la indemnización que se les ha concedido deben pasar a cobrar el día veintiuno del mismo mes y año en el Ayuntamiento de Olmedilla de Alarcón.

            Fijaros la fecha: veintiuno de diciembre; quisieron hacerlo bonito y darles a los Gasqueños un “aguinaldo” por Navidad en concepto de indemnización extraordinaria.

            Es seguro, que a los Gasqueños les debió venir muy bien, pero también es seguro algo que la carta no nos dice, y es, que dicha indemnización fue de tal cuantía, que aquellos pobres que llevaban ocho años viviendo en “chabolas, otros tantos años después, seguían viviendo en ellas.

            Decíamos que el tiempo lo pone todo en su sitio y dicen, que el tiempo cura todas las penas, pues con el tiempo todos los Gasqueños, supieron sobreponerse y con el tiempo todos, mas o menos veces, antes o después, todos con el tiempo hemos vuelto a Gascas y todos hemos dicho… “ este es mi pueblo, esta es mi casa”. Sin embargo, los habrá que puedan venir con papeles en la mano y que puedan decir… está registrado, este pueblo, estas tierras nos pertenecen; pero los “usurpadores” jamás tendrán esa fuerza moral suficiente, para decir este es mi pueblo, esta es mi huerta, por que esa fuerza moral, sólo podemos tenerla los Gasqueños.

            Quizás cuando el nivel de las aguas sea muy bajo, puedan venir de nuevo con sus propias leyes y prohibirnos a los Gasqueños arrancar un junco o sembrar un puñado de habichuelas en nuestra huerta y cuando vengamos aquí cada año, prohibirnos hacer una lumbre para asar carne o guisarnos unas “gachas”, pero a mí a partir de este día y mientras Dios me lo permita, no me van a prohibir estar aquí en Gascas, cada primer sábado del mes de agosto a la salida del sol, aunque sólo sea con un jamón y media arroba de vino, para compartir con todo el que se me acerque y me diga buenos días, espero que seáis muchos, y con esa promesa, me despido hasta el año que viene; un abrazo a todos y muchas gracias.

 En Gascas, a 7 de agosto de 2010

INVITACIÓN AL HOMENAJE A GASCAS

INVITACIÓN

ACTO DE HOMENAJE A GASCAS

Estimados amigos y amigas gasqueños, y descendientes de gasqueños, ha llegado el momento de la memoria, el reconocimiento  y el recuerdo.

Tomamos prestadas las palabras del libro de Julio Gascón Herreros, “Gascas, vergel, lágrimas y escombros”, para expresar nuestra intención, que no es otra que la de reconocer la esencia de la dignidad del ser humano: “…Yo no puedo creer que hayan olvidado el grito de aquel hombre o mujer gasqueña que por sus calles paseaba con sus serones cargados, en su mula, borrico o carro, ofreciendo lo mejor de los productos recolectados en su huerta. No es posible que se pueda olvidar tan pronto el haber obtenido tan buenos frutos, gracias al plantel que en su día comprara a cualquier gasqueño que había pasado por la puerta de su casa o quedara apostado en la plaza del pueblo…”

Precisamente han sido las palabras del citado libro las que han servido de potente semilla para erigir, junto a Gascas, su propio recuerdo. Nunca agradeceremos bastante al que usa las palabras contra el olvido, porque sin una buena memoria no hay un buen destino.

La memoria para evitar errores. Y el corazón para construir con dignidad.

Esta es nuestra intención. Celebrar con todos vosotros el recuerdo de los que ya no están, pero también de los que aún nos quedan.

Por ellos, y por nosotros, para luchar contra el olvido, construimos un monumento en el que cada piedra representa las palabras y el esfuerzo de los que en Gascas nacieron y  que, como semillas que el viento lleva por todo el mundo, por todo el mundo sembraron gasqueños que su buen fruto dieron.

Por ellos, y en reconocimiento a su sacrificio, os invitamos a la inauguración y homenaje que rendiremos a los gasqueños y su inolvidable pueblo, sumergido bajo las aguas del pantano.

Así, en nombre de la Excelentísima Diputación Provincial de Cuenca, y el Excelentísimo Ayuntamiento de Olmedilla de Alarcón, sin cuyos medios y colaboración no hubiera sido posible la materialización de este acto, el “Comité de Organización del Homenaje a Gascas te hace llegar la presente invitación a esta fiesta de lo común y el recuerdo de Gascas.

Será el día 7 de agosto, a las 12 del mediodía. ¿Y dónde? Pues aquí, en Gascas, al pie del pantano, porque”¡¡Gascas vive, que no ha muerto¡¡” .

Te esperamos. Después del acto comeremos juntos

ACTO DE INAUGURACIÓN EN GASCAS

Mensaje de Vicente Cuesta Gascón:

Esta invitación va destinada a cualquier persona que por alguna razón, este unida al pasado y al presente del pueblo de Gascas. Como ya sabréis muchos de vosotros se estaba organizando un acto conmemorativo en la misma situación donde se encontraba el pueblo, pues bien, ya tenemos fecha de inauguración, os comunico a todos los que estéis interesados en asistir, que el día señalado es el 7 de agosto de 2010 a las 12 del mediodía.

Gracias a todos.

Julio Navarrete Almeida.

Poema sobre la construcción del pantano y salida de Gascas

En la sección de páginas podéis leer un emotivo poema sobre la construcción del pantano de Alarcón y cómo se vivió la salida del pueblo por los vecinos. Aunque desconocemos el autor de los versos, el poema, escrito en la época en que sucediron los hechos,  ha pervivido en la memoria de algunos de aquellos gasqueños que vivieron los tristes acontecimientos. Fue recogido por Vicente Cuesta Gascón de varias personas que lo recordaban. Espero que os guste.

-José Luis López Gascón-

Tierra Anegada

Interesantísimo documento escrito por Ramón Madrigal García sobre Gascas y alrededores anegados por la construcción del pantano de Alarcón. Podeis leerlo completo en la sección de Páginas.

Homenaje a Gascas

En la sección de páginas podéis leer el emotivo discurso que Julio Gascón Herrerros escribió y leyó en el verano del 2012en Olmedilla de Alarcón ante las personas que allí se reunieron nacidos y descendientes de Gascas. Gustó mucho y aquí está para disfrute de todos.

En recuerdo de Gascas

En la sección de páginas podéis leer el artículo publicado en El Día de Cuenca el 12 de Noviembre de 2002, escrito por D. Luis Martínez Lorente, cura párroco de Alarcón.

-José Luis López Gascón-

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